Tras las dudas mostradas durante toda la semana acerca de si debíamos acudir a la Ruta de Manchita o a la de Villanueva, finalmente nos decidimos por la de Villanueva, a pesar de que su perfil totalmente llano nos hiciese dudar bastante…
Tras un buen desayuno en la Croissantería 88 nos dirigimos en bici hacia Villanueva una nutrida representación de los Perdíos formada por: Ángel G.C., Barna, Javi Avería, Javi TikoDoco, José “El Maestro”, Juan Cancellara, Mario, NaturRaúl, Piolo e Ismael. Una vez allí y formalizada la inscripción, como podéis apreciar en las fotos, el grupo se dedicó a preparar la ruta realizando complejos estiramientos y ejercicios de concentración, con la profesionalidad y seriedad característica por la que ya se nos reconoce allá donde vamos…
Con un sol espléndido y con el retraso habitual de toda ruta que se precie y tras unas breves indicaciones por parte de la organización sobre las normas de seguridad en la ruta (por cierto, aconsejamos a los miembros de la organización que participaron en la ruta que por seguridad, en la próxima ruta lleven casco), partimos unos 60 bikers en busca de los márgenes del río por los que discurriría la ruta. Los primeros 8 kilómetros se hicieron por un terreno incómodo con muchas piedras y arena que hacía casi imposible evitar algún (como diría Piolo) “cruzaito” que otro. En esos primeros kilómetros Los Perdíos fuimos atrás, en grupo charlando y disfrutando del camino junto al río. A partir del Km. 10 más o menos, fuimos situándonos en la cabeza del grupo ya que aunque el ritmo no era muy exigente (la organización había marcado una cabeza de carrera a la que no se podía adelantar por lo que sin tramos libres, el ritmo de la misma venía marcado por la organización) el ritmo era “alegre” y ya se iban produciendo pequeños cortes. Fue por el Km. 15 cuando comenzó nuestro particular calvario con los pinchazos. El primero fue Mario e inmediatamente paramos todos los Perdíos a esperarle. Hubo gente tanto de la organización como otros compañeros de ruta que amablemente pararon a esperarnos y una vez reparado el pinchazo, cometimos el error (por descuido y sin ninguna mala intención) de ponernos a tirar muy fuerte con la intención de coger lo antes posible al resto del grupo, sin caer en la cuenta que la gente que se había quedado a esperarnos no podía seguir el ritmo. Afortunadamente fueron sólo 3 Km. ya que en el Km. 18 habían parado para hacer el avituallamiento. Una vez allí y nada más darnos cuenta pedimos disculpas a los compañeros. El avituallamiento estuvo muy bien; agua y Aquarius para beber, fruta y una bolsa con un bocadillito de jamón y queso, barrita energética y almendras y nueces que nos van a durar para otras dos o tres rutas por lo menos.
Seguimos la ruta por una trialera muy bonita y divertida con continuas bajadas y subidas que obligó al grupo a marchar en fila de uno y manteniendo la distancia e incluso a echar pie a tierra en alguna subida. A pocos metros de finalizar la trialera pincha Barna. Nuevo parón de todos los Perdíos. En esta ocasión advertimos a la organización de que fueran hacia delante, al menos hasta algún cruce que pudiera generarnos dudas sobre el recorrido de la ruta ya que una vez reparado trataríamos de ir rápido hasta coger al resto del grupo. Al final la reparación del pinchazo se demora ya que resulta que Javi Avería también iba pinchado. Reparado el pinchazo nos ponemos a tirar fuerte hasta llegar al grupo, que nos estaba esperando en un cruce. A partir de ahí el ambiente se enrarece un poco y recibimos una pequeña reprimenda por parte de la organización, al parecer por el incidente antes comentado pero por el que ya habíamos pedido disculpas. Nos hablan que si de compañerismo, que si hemos adelantado después en otro lance a la cabeza de carrera (había cuatro personas que no eran Perdíos por delante de dicha cabeza y encima le preguntamos si se le podía pasar o no, a lo que nos respondió que sí ya que el coche iba delante). Bueno, el caso es que al poco tiempo pincha El Maestro y ya para evitar más problemas decimos a la gente que se vayan sin nosotros y que no nos esperen. Arreglado el pinchazo nos ponemos a tirar muy fuerte hasta volver a reagruparnos. La ruta continúa por bonitos parajes y subimos un repecho de hierba bastante duro en el que muchos participantes echan pié a tierra. Ya cerca de Villanueva, en un Stop para cruzar la carretera y coger otro camino, había junto a nosotros un todo terreno con la ventanilla medio abierta y un perro en su interior que no paraba de ladrar hasta que en un momento dado sacó la cabeza por la ventana y dio un mordisco en la parte superior del brazo a NaturRaúl. Para colmo, el dueño no reacciona demasiado bien y por supuesto, bien asesorados por Ángel nos vamos de allí con la matrícula del coche y la localización del lugar exacto para la correspondiente denuncia. A partir de ahí, el grupo de deshace e incluso hay una especie de tramo libre en el que aprovechamos para forzar un poco las piernas hasta llegar a la entrada de Villanueva. En dicho trayecto vuelven a pinchar Mario, José “El Mastro” y creo que me dejo alguno más porque en total me parece que fueron siete pinchazos. Ya por las calles de Villanueva y con la Policía abriendo paso con las sirenas, dudas sobre si habría sprint o no, miradas atrás, saltos de algunos, volvemos a mirar a la organización para ver lo que dicen, nadie dice nada, otro salto por ahí… y ante la duda Piolo y yo saltamos detrás de los primeros produciéndose un amago de sprint al final del todo. En la llegada; foto de familia, sorteo en el que para variar sale agraciado Juan Cancellara, cura para el mordisco de Raúl y vuelta para casa. A Mario y al Maestro tuvieron que traerles en furgoneta debido a los pinchazos.
En definitiva, una ruta muy bonita y divertida con muy buen ambiente entre la gente y buena organización; tanto en el avituallamiento como en seguridad. El tema de la reprimenda una simple anécdota.
Gracias tanto a la organización como a la Cruz Roja por todo y seguro que nos vemos en la próxima.
Cuestión aparte el ritmito salvaje que pusieron Avería y Piolo de vuelta a Don Benito… Cervecita en el parque y a casa.
ja ja ja
ResponderEliminarLeo la crónica y no paro de reirme... vaya día!!! entre pinchazos, mordiscos y regañinas...
para mi, que esa ruta se os quedo un poco-mucho pequeña...
saludos madrileños..
Atreyu
Muy buena crónica y divertida, sí señor.
ResponderEliminarSaludos