Lo que en principio parecía que iba a ser una pachanguita o como alguno dijo el viernes una ruta patacabra, acabo convirtiéndose en una salida sabatina en toda regla. A pesar de que la ruta fue un poco corta, cosa que algún zumbado arregló saliendo antes y haciéndose 35 km extras, la organización permitió en todo momento ir a un buen ritmo. Incluso los últimos kms parecían una llegada típica de los perdíos donde se rodó por encima de los 37km/h hasta la llegada a Don Benito.
En definitiva unos 7€ magníficamente invertidos porque incluía además del avituallamiento durante la ruta, un suculento desayuno antes de salir, la comida de después, un par de refrescos que se convirtieron en unas cuantas decenas de cervezas, un par de calcetines cortesía de Carlos Cuadrado y por supuesto 4 puntitos de representación.
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