Plano de la rutaPerfilCrónica
A pesar de las importantes ausencias de Rubén y Oliver (que corrían la Media Maratón de Don Benito al día siguiente), la incorporación de 5 nuevos chavales (creo que juveniles) en pretemporada, producía un record de asistencia en la presente temporada con 18 bikers en la salida y la vuelta de Lospi, tras mucho tiempo ausente en la salida. Hacia las 09:15 h partía este “rejuvenecido” pelotón de Perdíos para afrontar la siempre controvertida (por sus detractores y defensores) Ruta de las Ermitas. Tras pasear nuestra flamante nueva equipación por las calles de Don Benito, cruzamos la Avenida de Córdoba para coger las pistas que nos llevarían hasta la primera Meta Volante ubicada cerca del cementerio de Magacela. Aunque el ritmo es más bien tranquilo, el grupo de “los gorditos” miramos con cierto recelo a los chavales temiéndonos un ritmo excesivo, y más viendo el ímpetu y el interés que mostraban por la ubicación de las llegadas puntuables. Pequeños acelerones, el clásico pinchazo y es Avería el que empieza a aumentar el ritmo estirando y cortando el grupo. El ritmo es muy alto y los cortados deciden agrupar y no forzar. Piolo y yo comentamos entre nosotros que Avería va a reventar de seguir así pero Avería no cede y vamos cayendo uno a uno; Fran, yo, dos de los chavales, Piolo… En la Meta Volante de Magacela, entran por este orden: Lospi, Mario, Dani, Píriz y Avería. Reagrupamos (los rezagados se lo toman con mucha calma) y nos dirigimos por carretera hacia La Coronada, donde se había fijado un premio de montaña. A medida que nos aproximamos, aumenta el ritmo y se crea un grupo de diez con ánimo de disputar la llegada. Conscientes de nuestras escasas opciones, Penúltimo y yo nos limitamos a dar los últimos relevos para ver cómo Píriz lanza un duro ataque al que sólo responden los más fuertes. Coronan por este orden: Píriz, Mario, Dani, Ángel G.C. y Antonio Romero. Reagrupamos y se acuerda no disputar la Meta Volante de la Ermita dada la peligrosidad de la bajada previa, aunque Cancellara levanta la voz y dice que de eso nada y que sí que vale. Teniendo en cuenta que Cancellara es muy dado al “cachondeo” y que tiende a despistar respondiendo que ha llegado en un puesto que no es el real, muchos nos quedamos con la idea de que no hay meta volante y nos relajamos por el camino rompe-piernas que llevaba a la ermita. Al llegar sorpresa; me dicen que anote el orden de llegada. “pero si hemos quedado en que…”, nada, al parecer dan validez a las últimas palabras lanzadas por Cancellara y para sorpresa de muchos, resulta que era puntuable. Para evitar polémicas, no insistimos demasiado. Orden de llegada: Piolo, Mario, Dani, Tiko y Píriz. Reponemos fuerzas junto a la Ermita donde el líder también aprovecha para recibir los cuidados del Fisio, en previsión de lo dura que sería la vuelta. Rodamos por el canal y pronto empieza a haber rezagados. Reducimos el ritmo para reagrupar y se nos incorpora Raúl para acompañarnos en los últimos kilómetros. Son muchos km de canal y se rueda rápido. En Villanueva estaba la última Meta Volante del día y el ritmo se va incrementando. Al margen de los “habituales”, se dejan ver en las primeras plazas “rodadores” como Ángel o el Maestro. Los últimos km antes de llegar a Villanueva se hacen a un ritmo fortísimo que se ven dificultados por los numerosos baches y la peligrosidad que suponen algunos vehículos que vienen de frente y que rompen el ritmo a más de uno. Bonito y disputado sprint en el que se impone Piolo, seguido de Mario, Lospi, Dani y Luis P. En el reagrupamiento, insistimos en recalcar el lugar exacto en el que se ubica la meta, especialmente para que los nuevos no tuvieran dudas, aunque por lo que se vería después, más de uno no puso demasiada atención a las explicaciones. Dejamos atrás Villanueva y rodamos por el canal hacia Don Benito a un fuerte ritmo y luchando por una buena colocación. A unos cuatro km de la llegada, Mario lanza un ataque demoledor y toma unos metros de ventaja. Por detrás, Piolo asume la responsabilidad y tira del pelotón (el maillot amarillo estaba en juego). Los chavales van siempre bien colocados y los que aguantamos el ritmo, nos mantenemos a la expectativa. Por un momento da la impresión de que Mario cede un poco y puede pagar el esfuerzo pero mantiene siempre las distancias. Salta Lospi del grupo y aunque intentamos seguirle, consigue abrir un pequeño hueco. Nos aproximamos a la rampa del puente donde la colocación jugó un importante papel, ya que algunos se vieron obstaculizados sobre todo al tener que trazar por zonas muy bacheadas. Estamos a 1,2 km del final y en la salida del puente se han abierto pequeños huecos. Yo tomo la iniciativa y tiro fuerte, alcanzando y sobrepasando a Piolo. Los chavales van detrás y algo más retrasados vienen Avería y Ángel G.C. Yo voy muy fuerte y esperando el momento de levantarme del sillín para sprintar. Veo el tercer puesto bastante claro ya que no parece que los chavales vayan a disputarlo. De repente veo que me adelantan Piolo, Avería y parece ser que también Ángel G.C., que venían sprintando desde atrás. Reacciono levantándome del sillín pero para mi sorpresa resulta que ya habíamos llegado. Me había despistado totalmente y no vi la meta, de ahí que no sprintara. De tercero a sexto, por tonto. Por delante, gran victoria de Mario que fue capaz de mantener la distancia lograda en su duro ataque consiguiendo además de manera muy trabajada el liderato de la clasificación general. Segundo entra Lospi, al que se ve muy fuerte a pesar de sus ausencias. Tercero entra Piolo, que supera las 200 pulsaciones en el sprint. Cuarto llega Avería, quinto Ángel G.C. y sexto yo. Entran juntos cuatro de los chavales (que entiendo no disputaron los últimos metros). Como se fueron pronto desconozco el orden de llegada así que de forma aleatoria diremos: Dani, Píriz, Antonio Romero y Luis P. Después entraría el Maestro, Tiko, Fran, Cancellara, Javi Penúltimo, Ángel, Gonzalo y Pedro. En la llegada, bonito y simbólico traspaso del maillot amarillo de Piolo a Mario, muestras de rabia por mi parte por la ocasión perdida y… si tonto fue mi despiste, no sé cómo describir el de Tiko, que llegó a Meta preguntando qué era lo que se había disputado y de lo hablábamos, ya que él pensaba que la Meta había sido la Meta Volante de Villanueva y había venido desde allí pensando que veníamos de paseo rumbo a la 88. Llegados a la 88, las cervecitas habituales y comentarios sobre la ruta. En cuanto a las nuevas incorporaciones, buenos chavales y muy fuertes. Agradecerles su compañía y el hecho de que al menos por un día, bajaran considerablemente la media de edad y de kilos de los Perdíos.