Las pilas del GPS se acabaron en el km 42, de ahí la línea recta.
CRONICA
A pesar del madrugón que para algunos suponía quedar a las 08:15 h de la mañana, al final resultó ser una de las rutas con mayor afluencia de Perdíos del año, nada menos que 17. En el lugar de partida, alegría por la presencia de Orzowei, bastante recuperado de sus lesiones así como Pitu, ausente a lo largo de toda la temporada. También estaba otro viejo conocido del grupo; Aniceto y una nueva incorporación; Pedro Santiago, en cuya presentación, Oliver dejaba claro que el nuevo iba rápido, muy rápido. Con la bonita estampa de 17 Perdíos rodando por las calles de Don Benito, llegamos al camino de las Cruces, rodando a un ritmo ligeramente superior al habitual, al menos a esas alturas de la ruta. Ya por las pistas en dirección a los Eucaliptos, Cancellara ejerce de líder y toma la cabeza del grupo para llevarlo por el camino de la derecha, evitando así el olivar y las rampas que lo preceden. El grupo de los “gorditos”, nos mostramos agradecidos por tal acción. Próximos a la Meta Volante de los Eucaliptos, conscientes del número de “gallos” que iban en el pelotón, algunos habituales en su disputa avisan que ante semejante plantel, ni lo iban a intentar. En mi caso, encuentro especialmente meritorio puntuar ese día por lo que aprovecho el ligero parón provocado al trazar una curva de 90º y salto del grupo. Miro hacia atrás y nadie reacciona, los Eucaliptos están cerca y ya me veo recreándome con tal “hazaña”, cuando al girar otra vez la cabeza, veo una nube de polvo que se acerca a toda velocidad. Cambio el desarrollo buscando una mejor cadencia en el último repecho pero, a unos 25 metros o menos de la Meta Volante me pasa un tren de mercancías en bloque y a toda velocidad, formado por Pitu, Rubén, Piolo y Pedro Santiago. Un puntito; mi gozo en un pozo y más cuando me entero que ha sido Nátur el que les ha lanzado, en un claro intento de truncar cualquier avance del grupo de los “gorditos”, y encima para luego no disputarla. Tras echarle un mal de ojo a Nátur (es broma), continuamos la ruta. A buen ritmo, se inicia la primera subida puntuable de la jornada, en la que puntúan por este orden: Oliver, Pedro Santiago, Pitu, Rubén y Javi Penúltimo. Reagrupamos y nos adentramos en la Sierra de Utrera y aunque esta vez apenas vimos ciervos, siempre es un gustazo rodar por esos paisajes. Bonita subida al Castillo, llegando en primer lugar Oliver, seguido de Pedro Santiago, Rubén, Pitu y Javi Tiko (es posible que haya equivocado el orden de la primera subida con la del Castillo, pero más o menos…). Reponemos fuerzas a la vez que disfrutamos de las vistas, la foto de rigor y nos lanzamos cuesta abajo. El terreno está muy suelto por lo que no podemos disfrutar al 100 % de las bajadas. Los kilómetros se iban acumulando y las repentinas y fuertes rampas empezaban a hacer daño. Algún que otro pinchazo alargó más de la cuenta la ruta aunque se hacían relativamente agradables por las continuas bromas y el buen ambiente. Llegados a los Eucaliptos, reagrupamos ya que las diferencias entre los primeros y los últimos empezaban a ser considerables. Allí nos esperaba Lospi, que nos acompañaría hasta Don Benito (le echamos de menos en las rutas). A partir de ahí, sabíamos que los más fuertes no tardarían en librar la batalla por lo que todos procuramos coger una buena rueda que nos llevara lo más lejos posible. Se rueda muy rápido por las pistas y entre una gran nube de polvo. El grupo se va dividiendo aunque en el grupo delantero se mantienen los primeros de la general, sin grandes sorpresas, salvo la presencia de Orzowei, al que se ve recuperado y en forma. A pocos Km. de la carretera, aún por la pista, al mirar hacia atrás vemos que empieza a haber ausencias importantes; No está Avería. Más tarde nos dimos cuenta que tampoco estaban Nátur ni Javi Tiko. Visto ahora (a toro pasado…), la verdad es que era muy raro ya que minutos antes estaban ahí con el grupo y se les veía fuertes, y más cuando nuestro grupo ralentizó mucho el ritmo al acercarnos a la carretera debido a una pasada de frenada de Oliver, que se equivocó de camino y le esperamos. De haberse cortado sin más, habrían contactado. Pero a la velocidad que se iba y cuando nos dimos cuenta de su ausencia, simplemente dimos por hecho que se habían cortado sin parar a pensar en otra posibilidad, y eso el que podía pensar, porque a ese ritmito… Pero lo que ocurrió fue que Nátur (espero que no como consecuencia de ningún mal de ojo anterior…) había pinchado y Avería y Javi Tiko pararon para ayudarle, sin que el resto nos enteráramos. Al incorporarnos a la carretera, nuevo parón ya que venían coches y algunos se quedaron cortados esperando. Ya en carretera, no me interesaba que Avería contactara con nosotros (por el tema de recortarle puntos en la general y sin ser consciente del pinchazo), por lo que viendo el parón del grupo, me puse a tirar ligeramente. Los “gallos” van tomando posiciones y los primeros en quedarnos somos Javi Penúltimo, Orzowei y yo. Por delante, empieza a quedarse Ángel G.C. y Pitu, que siente un pinchazo en la pierna y decide no forzar. Demarran con fuerza Rubén y Oliver, Piolo duda si salir tras ellos al ver que Mario no responde (después se arrepentiría). Gana Rubén al sprint, segundo llega Oliver, Mario se impone a Piolo. Quinto entra Pedro Santiago, que no les disputa. Por detrás llega Ángel G.C., a poca distancia de los mejores. En los últimos metros, Orzowei, que llevaba un buen rato haciendo la “garrapata”, sale a hacer tras-moto pero el viejete de la moto le echa la bronca y tiene que dejar su rebufo, y entra séptimo. Yo llego octavo. Después llega Javi Penúltimo, que no quiso disputar y se quedó junto a Pitu, que venía tocado de la pierna. En undécima posición entra Cancellara, y poco a poco van entrando Pedro, Ángel, Aniceto, y más tarde llegaban Avería, Javi Tiko y Nátur. Nos queda mal sabor de boca al saber lo ocurrido y aunque la lógica evidenciaba que “algo raro” tenía que haber pasado, a esa velocidad de veras que no caímos en la cuenta. Al margen de este hecho, también quiero llamar la atención sobre cierto descontrol a lo largo de la ruta; el no esperar a reagrupar en la Meta Volante, salidas de un reagrupamiento antes de que llegue el último, el no esperar juntos en los pinchazos, no esperar juntos a los últimos en llegar a Don Benito. Bueno, pequeños detalles ocasionales que para nada son habituales y a los que mejor no dar importancia.
