Parece que Julio se encuentra fuerte. Ha decidido, en su afán por beneficiar a sus inestimables compañeros, cruzar el Atlántico para buscar una nueva máquina. Ha conseguido lo que quería; a partir de ahora no tendremos que llevar mochilas para el agua, ni el bocadillo en los bolsillos, ni los repuestos. Dice también que, cuando hagamos una barbacoa, él llevará la parrilla, el carbón, la carne. las cervezas: en fin, todo un lujo.
Además, aunque me lo dijo en secreto, dice que está seguro que nos dará "pal pelo" con su bici.
Saludos, el día 11 de octubre nos vemos.